jueves, 24 de noviembre de 2011

El auge de la comida chatarra en la dieta diaria del hombre

Hace miles de años el ser humano se alimentaba a base de frutas, hortalizas y animales de  caza-pesca. El hombre tenía que salir en busca de su comida para poder sobrevivir; sin embargo actualmente, como consecuencia de la industrialización, la publicidad, la falta de tiempo, nos alimentamos a base de comida rica en azúcar, grasa y sal, con muy bajo ó nulo aporte de vitaminas y minerales, llamada “Comida chatarra”.
Muchas veces hemos escuchado decir a nuestros abuelos “Comida era la antes”, haciendo referencia al puchero, al guiso y al estofado. Cuando uno hablaba de “Comida” se hacía referencia a un plato elaborado, es decir que llevaba tiempo en realizarse, tenía muchos ingredientes y principalmente era llenador. Entonces me pregunto ¿El “Paty”, el Choripán, la pizza, la papas fritas, el sandwich de fiambre y el pancho…no son comida?. Para nuestras abuelas son “Comida Chatarra” ó “Comidas Rápidas”, que se pueden comprar de paso, que están listas para ser servidas, que necesitan un mínimo tiempo de elaboración, es económica, se puede comer de pie y en movimiento y no necesita de utensilios.
Actualmente la “Comida Chatarra” tiene un gran auge de consumo en personas de distintas edades y de diferentes estratos sociales… y esto ¿A qué se debe?...hoy en día la gran mayoría de las mujeres trabaja. Ya quedan muy pocas amas de casa destinadas al trabajo doméstico exclusivamente. Una de las cuestiones afectadas es la cocina por la falta de tiempo cayendo en la elaboración de comida rápida para el ceno familiar; la televisión, aparato eléctrico que existe en casi todas las casas, está inundada de publicidad que estimula el consumo de comida chatarra. La gran oferta de este tipo de comidas en la  mayoría de los espacios públicos como, puestos callejeros, kioscos, estaciones de servicio, colegios, cines, shoppings, hospitales, por nombrar algunos y finalmente podemos decir que la comida Chatarra genera una gran satisfacción al ser consumida, actuando como una adicción a comer más y más y más seguido.
La comida chatarra se ha transformado en un hábito alimentario de marca registrada, que no tiene visión futura a desaparecer sino por el contrario, nuestra misión como educadores será estimular el equilibrio entre el consumo de la comida rica en grasa, azúcar, sal y la comida rica en vitaminas y minerales.
Rocío Belén Rojas

Revertimiento de la roja violencia educativa

Hoy día vivimos en un mundo en el que todo vale. Donde hay valores cambiados, donde no hay mucho compromiso con nada. Ya que lo único que importa soy yo… el valor al ego exagerado y es por eso que cuando las cosas no salen como yo quiero eso me hace sentir furioso. Y es allí cuando la ira toma un rol fundamental.
Esto se ve reflejado muy vivamente en las escuelas. Por ejemplo, tantos casos escuchados frecuentemente donde el docente es agredido por un alumno. Como el episodio tan famoso del profesor de la ciudad de Pergamino, Pica. De Bs As. Quien fue agredido físicamente y  no solo por su alumno adolescente, sino también por la madre del mismo: una atrocidad injustificable y aberrante.
Tantos otros casos que no son de conocimiento público y que se viven a diario en las escuelas. Mi pregunta es: ¿qué nos está sucediendo como sociedad? ¿Por qué será que el valor respeto ha quedado tanto de lado? ¿Qué el posicionarnos en lugar del otro ya no cuenta? Y que lo único que cuenta es lo mío. Esto para mí sería volver al origen en esencia de lo que es el hombre…”un animal”… pero que paso con el concepto de que somos racionales... ¿Cómo estamos utilizando esa razón que nos diferencia de los animales? ¿Será que estamos en una etapa de involución?
Es por esto que necesitamos poner mas hincapié en los valores perdidos (el dialogo como medio fundamental para resolver problemas, la solidaridad, el respeto, el amor por el otro). Desde las escuelas, que es el lugar donde se imparte educación y con la ayuda de los medios de comunicación lograremos un cambio. Un cambio necesario para poder seguir evolucionando y desarrollandonos como sociedad.
Rocío Belén Rojas